miércoles, 2 de noviembre de 2022

Bosque de Burón (León) PR-LE 21

 

     Bajamos el puerto de Tarna con el cielo despejado por los picos del Mampodre y al llegar a Lario nos encontramos con un banco de niebla que nos cubre hasta Burón, donde comenzamos la ruta en este área recreativa de Mirva.


Muy claro; sólo hace falta que le haga caso todo el mundo.




Cuervo graznando


     Y aquí están, los buenos guardianes del ganado, tan necesarios. Y luego, aunque ya lo sabíamos, veríamos por qué.


     Vamos subiendo por el valle, amplio por aquí, y poco a poco se va despejando la niebla.

Entretenido investigando las funciones de la cámara nueva.


Refugio de pastores


     En la parte alta del valle están reunidas un grupo de yeguas con sus potros y hay un motivo: el ganadero que las atiende las atrae dándoles sal.



La zona del pico Pármede

Hacia atrás se va desvelando entre la niebla el pico Yordas.



     Se va cerrando el valle y entramos en la primera parte del bosque; se alternan algunos robles con las hayas.


     Y mientras las hayas van perdiendo casi todas las hojas, en los robles duran más y aunque se sequen, permanecen en las ramas en otoño e invierno hasta que salgan los nuevos brotes en primavera.


     Llegamos a una pradería antes de sumergirnos en el bosque; un ruido como de cascos nos llama la atención y nos paramos para mirar  ...


   ... y vemos correr a toda velocidad a un corzo perseguido por un lobo; casi no nos da tiempo a fijarnos bien y de repente el lobo, al vernos, se desvía de la persecución del corzo y se mete de nuevo en el bosque. Impresionante la visión, de verdad.


     El corzo, que probablemente se haya librado por esta vez, se pierde de nuestra vista en segundos; al lobo ya no lo vimos más.


     Entramos ya en el bosque sin ningún temor, es cierto, pero miramos a todos lados por si volvemos a tener a la vista otro espectáculo natural como el de antes.


     La pista asciende por el bosque en fuerte pendiente, que nos obliga a parar para coger resuello y descansar con la vista puesta en las hayas y el juego de luces que hace el sol filtrándose entre las hojas.


Amanita


     Disfrutamos del camino por el bosque y más cuando se suaviza la pendiente y se hace más llevadera.


Combinación de musgo en la parte de arriba y hongos en la de abajo.


Formas fantásticas en los viejos troncos secos.


     Y llegamos a la parte alta donde empieza la pradería de Prado Lao, según dice el mapa, y el paisaje se abre.


     Entre las hayas, que son la mayoría del bosque, hay viejos robles que resistieron las talas de cientos de años atrás que acabaron con ellos. Las hayas colonizaron después los espacios que antes de los robles también habían ocupado los pinos -como los del Pinar de Lillo cercano-.


Las hojas en los robles contrastan con las ramas de las hayas ya sin ellas.


     Vemos desde aquí la zona del Pozúa, al que habíamos subido desde la Fuente del Infierno, en la subida al puerto del Pontón desde Sajambre.

Una caseta de observación forestal



     Y al llegar al final de la pradería, en el collado El Hedo, la vista se abre a Picos de Europa, tanto al más cercano Cornión como al macizo central.


     Desde la parte izquierda distinguimos la zona de La Cabra Blanca, la Torre del Torco, la gran pared Sur de Peña Santa y a la derecha la zona de la Bermeja y compañía.


     La gran pared Sur de Peña Santa se ha puesto de nuevo de actualidad por una nueva vía de escalada de alta dificultad, "Rayu", abierta por los hermanos Pou y repetida en sólo una ocasión hasta ahora por una cordada enteramente femenina.


     A la otra mano se alza el macizo central de Picos, que vemos aquí desplegándose desde los Dobresengos, Cabrones, Torrecerredo y Bermeja hasta llegar a la Palanca y la zona del Llambrión .

Pico Cabrones, Torrecerredo y la Bermeja del Central.

Bajo nosotros el pueblo de Retuerto y más montañas de la Cordillera.

Retuerto

Zona del Gildar y Cebolleda.

¿Será el pico Corcadas?. Estuvimos a sus pies por el hayedo de Casasuertes

Zona del Pandial.

Nuestra foto con Picos de Europa detrás.



     Vamos a bajar a comer a una zona que no esté tan venteada como aquí arriba y en el recorrido de vuelta tendremos de nuevo a la vista al Yordas, de buen recuerdo también.

Helechos coloridos.


En medio del bosque alguna mancha verde, como este acebo.




     Se acaba la parte suave de la pista por el bosque y comienza la bajada en la parte más empinada por donde la pista baja en zig zag.




     Dejamos atrás el bosque y seguimos por el valle estrecho que va dando giros hasta la parte en que se abre y se ensancha.



     Paramos a comer y descansar en la pradería abierta, en unas rocas, por donde antes pastaban los caballos. El tiempo está algo frío y van llegando las nubes de un nuevo frente de lluvia que entra por el Sur.




     Y así vamos acabando la ruta de hoy, que nos llevó entre los colores del otoño a disfrutar de las vistas a Picos de Europa. Pasamos de nuevo junto a los guardianes del ganado, que tendrán que estar atentos para que los lobos no causen estropicios en el ganado a su cuidado.



     Y eso es todo; espero que os haya gustado el recorrido de hoy y como siempre ...
¡ un saludo, amigos !


     

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