Así de espectacular está la luna llena de noviembre, madrugando para coger el primer tren de hoy, bueno, un bus que lo sustituye mientras duran las obras entre El Berrón y Laviana.
Y ya en Laviana, desde la estación de FEVE atravieso toda la villa hasta La Chalana, para cruzar al otro lado del río Nalón y entrar en Entralgo, donde comienza la etapa 10 de este GR-109 Asturias Interior.
Se deja enseguida el asfalto y comienza la subida, sin descanso, ganando altura sobre el valle de Villoria.
Laviana y Entralgo que está en sombra todavía. |
Cuadra, tenada, tejas para retejar ... |
Pista de zahorra que está hormigonada en los tramos de más pendiente. |
Se sigue ganando altura sobre el valle del Nalón, con la Pola Laviana soleada.
Y se van empezando a ver la sierra de Peña Mayor, el Trigueiro, y más a la derecha la Xamoca.
Un gran roble |
En otra revuelta del camino de nuevo tenemos a la vista el Trigueiro ...
... y en el valle, el guapo pueblo de El Condado; detrás La Xamoca.
Primeras cimas de la sierra del Crespón, El Fueyu y La Escrita, por donde anduvimos hace un tiempo Rafa y yo.
Laviana, o Pola Llaviana. |
Después de la fuerte subida viene un tramo más descansado, bajando ligeramente hacia el pueblo de La Pumará.
Una guapa fuente, donde cojo agua y bebo con ayuda de un cazo de uso libre. |
De Pumará a Campumayáu, un corto tramo por carretera, para seguir por ella un rato más.
Van apareciendo los colosos de la sierra del Crespón, el Guanalón y el Cogollu los primeros.
La foto no es buena, pero el raitán estaba tan confiado con sus trinos que me entretuve oyéndolo y cuando me puse a afinar la foto voló.
Vista atrás a La Pumará, con los gatinos al sol. |
Pasando el cruce de Grandiella enseguida se toma una pista a la derecha con fuerte desnivel; nos vamos acercando a la parte más montañosa, a las estribaciones de Peña Mea.
La sierra de Navaliego y de San Mamés, con Villoria en el fondo del valle. |
En una peña al sol está posado un buitre leonado esperando el calor del día.
Valle de Villoria; y Laviana más allá, en el valle del Nalón. |
Sigue la dura cuesta, sin un momento de respiro; en el área de recreo será el momento de parar a descansar y comer algo, que llevo dos horas de subida sin parar.
Campa Felguera. |
Desde aquí sí tengo ya la vista completa de la Sierra del Crespón, desde el inicio por El Fueyu y La Escrita, pasando por el Guanalón, el Cogollu y acabando en el afilado Corbellosu, estos tres pirámides de gran presencia.
A partir de la Campa Felguera la pista se convierte en senda que bordea dejando los farallones calizos a la derecha y sigue hacia la collada Doñango.
El tramo más montañero por senda. |
Paredones calizos |
Cerca de la collada Doñango un cuervo grazna desde la distancia en su atalaya.
Por la collada baja alguien de la zona por la que se sube a Peña Mea.
Desde la collada miro el acceso primero por la campera y luego cruzando entre las hayas hacia donde ahora está saliendo el sol; es el acceso a Peña Mea por la vertiente Norte.
Al otro lado de la collada las peñas calizas. |
Al otro lado, la sierra de Pelúgano y el valle que seguirá el GR hacia la collada de Pelúgano. Asoman a lo lejos otras montañas conocidas.
A la izda aparece Peña Rueda y en el otro extremo la sierra del Aramo. |
Buitre leonado. |
Bajando de la collada Doñango ya se ve la pista a seguir; quedará abajo la zona de la ermita y las cabañas de Les Campes.
Los farallones de Peña Mea. |
Las hayas van perdiendo todas sus hojas. |
Una yegua de raza asturcón, pequeña y corpulenta, con su estrella en la frente. |
Paisaje que se deja atrás. |
En el cruce con la pista que sube de la ermita y continúa hacia Pelúgano; esta es una canal por donde arroya en invierno agua y nieve de las canales superiores de Peña Mea.
Fuente con teja como caño. |
Un gran roble al lado del camino. |
Cabañas bien cuidadas. |
Por la parte alta, después de la pendiente que la pista supera haciendo zig zags, un nutrido grupo de acebos con frutos.
Collada Pelúgano, donde el paisaje se abre a las montañas alleranas.
El caos calizo de Peña Mea. |
A continuación de las cimas de Peña Mea y Peñas Negras más montañas viejas conocidas nuestras: La Forcada, el Picu Cuchu, incluso al fondo se ve el Torres y el Valmartín y a su derecha el Toneo. Todo un mundo montañero.
Con el zoom, La Cabritera, las Peñas de Faro y la Portilla de Faro y la "redondez" de Peña Redonda.
Por aquí comienza la subida a Peña Mea desde esta vertiente allerana. |
Otra vista de La Forcada y el Cuchu. |
Avellanos y robles otoñales. |
Peña Mea y Peñas Negras. |
La Forcada. |
Bajando y bajando sin descanso a Pelúgano; enfrente tenemos las antenas sobre el Pico Renorios, por donde seguirá este GR-109 subiendo desde Beyo -también se ve escrito Bello-.
Por el Barriu cima de Pelúgano. |
Y cuando ya estoy llegando al barriu de baxo de Pelúgano oigo el pitido del tren por el valle; ya no llego a él, con lo que aflojo el paso porque de Pelúgano a Levinco aún me quedan un par de kilómetros por carretera y mis pies ya están lo suficientemente cansados.
Para la siguiente etapa, el Alto Renorios enfrente. |
Una cantera de áridos calizos me traen recuerdos muy presentes aún de mi pasado laboral: tolvas de arena 0/4, trito 6/20 y gravilla 16/32.
Y por fin en Levinco; seis horas de ruta bien merecen un café reparador mientras espero el tren de Collanzo a Mieres. Luego enlazaré en Mieres con RENFE a Oviedo y allí otra vez en FEVE a El Berrón; una buena aventura esta de combinar ruta de montaña con transporte público sostenible como es el ferrocarril.
Y nada más, amigos; sólo espero que os haya gustado esta etapa tanto como a mí, recorriendo paisajes que hacía unos cuantos años que no veía. Aquí queda el mapa del recorrido y un vídeo con las fotos del día.
¡ Un saludo, amigos !
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