lunes, 26 de diciembre de 2016

El Rasu (1613 m)


     Desde Les Bedules, donde llegamos desde San Juan de Beleño (Ponga), tenemos ya para empezar esta maravillosa vista al macizo del Cornión, el macizo más Occidental de los Picos de Europa.


     Detrás de Peña Salón, por donde habíamos andado José Manuel y yo hace un tiempo, aparecen las preciosas cumbres del Cornión, coronadas por Peña Santa de Castilla. 



     Vamos dejando atrás las praderías de Les Bedules, con la niebla jugando a cubrir la zona entre el Pierzu y el Carriá y la Silla de Cabestredo 



     Tomamos la pista que recorre el bosque de Peloño hasta el cruce de La Biforcadera, donde cogemos a la derecha para ir hacia el collado de Les Llampes.



Huellas de corzo en el barro endurecido por la helada


     El Recuencu; otro día en el que hicimos una guapa actividad subiendo también al Collau Zorru.

Peña Ten y al otro extremo la peña Taranes, con las nubes subiendo y tapando el valle de Ponga


     Una paradina en la majada les Llampes, a la que apenas le llega un rato los rayos del sol. Tiene detrás un precioso bosquete de acebos.



     Y sigue el vistoso juego de las nubes cubriendo el valle, con el Tiatordos y las peñas de Taranes y La Llambria. 


     Desde la majada les Llampes subimos a tomar una senda tapada ahora por las hojas para coger la misma línea de cumbre del monte del Rasu, por un precioso hayedo.



De nuevo a la vista El Cornión


Pasando el bosque y el brezal entre la nieve


     Y a poca distancia de la majada de les Llampes, superado el bosque, salimos a la zona alta del Rasu, entre roca caliza, brezo y verde.


Cumbre y mojón geodésico del Rasu ( 1613 m)


     Al Norte, el Pierzu y el Carriá ...


     ... al Este, los picos del Cornión ...


     ... alzándose sobre el profundo desfiladero del río Sella ...


     ... al Este, aquí debajo el monte Peloño, con el Sen de los Mulos y más al centro de la foto el Niajo y el Pozalón, que siguen en la lista de picos pendientes. En el horizonte los picos de Fuentes Carrionas, la Cordillera Cantábrica por Palencia.


     Al Sur, la Peña Ten a la izquierda en contraluz y el Picu Lluengu y el Collau Zorru fundidos en uno. 


     Y girando hacia el Oeste el Maciédome, el Tiatordos -hace años que no lo subimos y no tengo reportaje de él-  y entre los dos, aquí delante, el Recuencu.


     Las nubes que cubren el valle de Ponga por donde sólo asoman La Llambria y la Peña Taranes y al otro extremo el Pierzu; aún están al sol los pueblinos de Taranes, Abiegos y la capital del concejo, Beleño.


     Pasaremos en la cumbre una hora larga, al sol y sin nada de brisa se está muy a gusto; además abarcamos con la vista una gran extensión de la Cordillera Cantábrica, desde el extremo Este con el Espigüete en Palencia -aquí visto con el zoom- ...


     ... al extremo Oeste, con el macizo de Peña Ubiña también visto con el zoom. Aparte de los Picos de Europa aquí al lado, la zona del Espigüete en Palencia y Ubiña entre Asturias y León son las mayores alturas de la Cordillera Cantábrica.


     Y cuando toca bajar, de nuevo retomamos el camino entre el bosque de hayas y abedules.


Las nubes siguen sube y baja cubriendo Ponga

El  Pierzu asomando entre las nubes

¡Ay, cuánta belleza en estas montañas!



La majada Llampes 

Acebo


     Desde la majada Llampes bajaremos haciendo un pequeño circuito hacia les Bedules sin volver por la pista de Peloño; así podemos contemplar el Recuencu a contraluz con las nubes subiendo y nosotros bajando a meternos en la niebla.



     Reciclado para bebedero cumple perfectamente la función y se acaba reintegrando en la naturaleza.

Cabaña en Les Foyaques


     El camino alternativo a la pista de Les Bedules, menos transitado y más directo, nos muestra otros paisajes.

Cabaña en el Biforcu


     Y ya en la niebla, con más frío porque aquí no se quitó la helada, nos acercamos a Les Bedules, donde acabaremos la ruta de hoy.



     Nada más, espero que os haya gustado y como siempre

¡ un saludo, amigos !


sábado, 10 de diciembre de 2016

Hayedo de Hermo (Fuentes del Narcea)


     Seguimos en Monasterio de Hermo disfrutando de unos días de descanso; hoy volvemos a subir a la Braña de Narcea para hacer el recorrido del hayedo de Monasterio de Hermo.



     Desde la misma braña cogemos una pista de las antiguas minas que nos va a conducir por el bosque en principio sin mayor desnivel, en horizontal, aunque luego subirá y bajará por el hayedo.


     Hay una helada considerable, que se mantiene cayendo una tras otra varios días y dejando el suelo congelado.




     En cambio, en la ladera de enfrente, a la solana, seguro que se estaría mejor. Esa zona serían los Altos del Monteiro y al otro lado estaría la Laguna Chauchina que visitamos ayer.

Una fuente canalizada de las antiguas explotaciones mineras


     El camino a partir de aquí sigue siendo pista, pero ya no ancha; y tampoco está de pasar ningún vehículo ni tractores agrícolas.


     Miras monte arriba o monte abajo y sólo las hayas se levantan verticales al cielo ...




     Surge algún manantial o baja algún reguero por las vaguadas que vamos cruzando, pisando el tapizado blando de las hojas caídas que se van acumulando.



Encontramos los charcos donde se "baña" el jabalí ...


... y deja su silueta marcada en el barro, con huellas y pelos.


     La ladera deja de ser tan empinada y pasamos por algún llano; lo que no está al abrigo de los árboles se encuentra helado e incluso con algo de nieve.

Características zonas húmedas y charcas colmatadas 

Excrementos marcando territorio




     Llegamos a una pradería que es donde se acaba la pista; a partir de aquí sigue una senda marcada en algún lugar con pintura hasta la braña La Revechada.


     También nos sorprende el tamaño y la variedad y cantidad de líquenes que prosperan en el tronco de las hayas.





Alguna forma triangular que rompe la armonía de la verticalidad de los troncos

Setas de yesca que crecen en los troncos



     Algúnos rayos de sol atraviesan entre los árboles, pero muy bajos como para que calienten esta vertiente Norte.



     En la braña La Revechada los jabalíes levantaron toda la capa de pasto; entre ellos y los agujeros de los topos no queda muy bien la hierba para el ganado.



     Y en la puerta de la cabaña "Propiedad de Eloína Álvarez" como dice en la entrada, paramos un rato a descansar y comer algo. 




     De la misma pradería sale una pista que cogemos ahora para bajar ya directamente al cauce del río bordeando otros prados cerrados con muro de piedra.





     Figuras fantásticas de las hayas retorcidas en el bosque que hacen volar la imaginación: ¿son árboles de los bosques del Señor de los Anillos?. 







     Y después de bajar y cruzar el río Narcea estamos ya en la carretera por la que se sube a las antiguas instalaciones mineras y a la braña.


     Y con esta vista del cordal que separa Hermo del concejo de Degaña, sobre el hayedo que cubre toda la ladera, acabamos el recorrido de hoy. Espero que os guste y como siempre

¡ un saludo, amigos !