Este fin de semana vamos a Sena de Luna, en plan de relax total. De todas maneras, un poco de actividad es buena, así que nos acercamos al pueblo de Riolago de Babia, en principio porque en el mapa de Somiedo de Adrados vienen dos picos que nos llaman la atención por su nombre: Pico Lobos.
El caso es que viendo la maraña de vegetación que los cubre decidimos seguir pista arriba desde Riolago porque nos comentan que el paisaje por arriba es digno de ver, con una cascada y unas pequeñas lagunas glaciares. Y hacia arriba vamos.
El agua, en estos terrenos cuarcíticos, arroya por todas partes; todo son regueros, prados encharcados y zonas de turbera como las que pisaremos después.
Y a la otra mano del valle principal nos fijamos en esa especie de fana de roca rota; talmente parece un reborde de una caída de glaciar. Pero no aprecimos ninguna cascada desde aquí.
Y seguimos valle arriba, por donde asoman montañas ya de roca pelada, con neveros por las cornisas; parece que detrás de la loma podría haber una cubeta que quizá sea donde está el lago Chao -¡que es como decir el lago Lago!- que nos dijeron en el pueblo.
Y nos encontramos con esta amplia vega o braña, con amplios corrales y un refugio abierto y bien cuidado para los ganaderos. Exploramos la vega y no vemos rastro de senda que nos pueda permitir seguir en la búsqueda del lago. Hasta que vemos a unos ciclistas de montaña con quienes hablamos y nos indican que deberíamos haber cruzado al valle de más abajo.
De todas maneras, ya que estamos aquí, guardaremos en la retina la imagen de estas montañas que bien merecerán una planificación para venir a recorrerlas en otra ocasión.
Haca abajo del valle tenemos la preciosa vista de las Ubiñas, en un día en que tantas nubes podrían traer alguna tormenta por la tarde.
Y al llegar a la zona donde al subir nos habíamos fijado en el color de la roca rota, venos una parte de la cascada; así que era por ahí la subida a la zona de las lagunas.
Nos acercamos hasta aquí, la cascada llamada de San Bartolo; lástima que el fotógrafo dejase su dedazo delante de la cámara del teléfono porque ¡ya es el colmo que hoy se me haya olvidado también la cámara de fotos otra vez en casa!.
Subiendo sobre la cascada nos aparece una zona de brezos y escobas quemada hace un par de años, según nos dijeron los ciclistas, y a continación otra zona húmeda de turbera. Llegaremos al pie del siguiente resalte, donde suponemos que estará el Chao, pero no seguimos arriba; va pasando el día y aunque no hace mucho calor, siguen las nubes de tormenta sobre nosotros cerrándose más y esta es una zona muy abierta y sin refugio posible.
Hacia atrás, sin mucha claridad, tenemos la zona de montaña de la Babia Alta entre el Montihuero a la izquierda y el Morronegro a la derecha; delante y más cerca, el Pico Lobo, con un cortafuegos marcando la ladera, y a su pie la llanura de Babia.
Y ya con más tranquilidad, bajando al valle, paramos para apreciar la cascada de San Bartolo
Y allá atrás dejamos la zona del Pico La Cañada y el Rabinalto para otra ocasión; son unos cuantos dosmiles los que hay en esta zona menos conocida por nosotros que la zona más cercana a la cordillera.
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| Orquídea |
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| Ubiña grande al sol y cresta del Prau Fontán, Fontanes, Siete, Castillines ... en sombra |
Pudimos observar de cerca esta libélula que se quedó tan tranquila posada en la rama.
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| Rosa silvestre |
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| Digital purpúrea |
¡Que suerte tienen en Riolago con estas vistas!. Un pueblo precioso, con bonitas casas y casonas, incluso el palacio de los Quiñones, rehabilitado hace poco por la Junta de Castilla y León para hacer una sede para el futuro Parque de Babia y Luna. (¿Por qué me da la sensación de que se gastan allí y aquí el dinero de los contribuyentes en obras faraonicas que nunca compensarán el gasto hecho en ellas?).
Y delante del cartel explicativo, con la salida desde Riolago la ruta marcada al lago; hoy no llegamos a recorrerla entera por haber subido primero a la braña, pero ahí queda para otra ocasión.
Espero que os guste esta modesta excursión que abre otras posibilidades montañeras, y como siempre
¡ un saludo, amigos!
