viernes, 30 de diciembre de 2022

GR-109 Asturias Interior etapa 11 Beyo - Murias (Aller)


     Retomando el GR-109 hoy toca acercarse a donde terminé la etapa 10, a Levinco, donde llego de nuevo en el tren de vía estrecha que viene de Baíña (Mieres) y llega a Collanzo (Aller).


     Cruzo el puente sobre el río Aller en dirección a Beyo escrutando por si veo alguna garza, como cuando estaba esperando el tren de regreso en la etapa 10, pero no hay suerte y sólo llego a ver el vuelo de un mirlo acuático sin tiempo para enfocarlo y hacer una foto.

Al lado de la carretera una fuente con la imágen de S. Pedro, con la llave.


Capilla de Na. Sra. de Las Nieves en Beyo

Casona de los Solís-Castañón en Beyo



Pasado minero de Beyo


Primer indicador del GR-109 en Beyo (Aller)



     Y comienzan los repechos después de atravesar el pueblo, por una empinada pista de hormigón para remontar del fondo del valle a la ladera Oeste en la que ahora da el sol.

Beyo va quedando abajo en la sombra.


     Primera de las vistas que iré teniendo hacia Peña Mea, con el pueblo de Levinco abajo a la izquierda y Pelúgano más arriba, sobre la loma boscosa del valle de Beyo.





     Una panorámica más grande, abarcando de Peña Mea y Peñas Negras a La Forcada y el Cuchu, desde donde sigue la línea de cumbres hacia las nubes que cubren la parte alta de Aller.


     Después de haber alternado tramo en pendiente con otros más llevaderos en llano, llegamos a una collada donde de nuevo se empina el camino hasta una collada al fondo.


     Desde la collada una mirada a la Sierra de Pelúgano, a la que nos habíamos acercado en noviembre  y que fue nuestra última salida hasta hoy porque estuvimos ocupados en otras actividades más de descanso y reposo balneario.


     De nuevo una panorámica del cordal que va de Peña Mea al Torres, que está bajo la capa de nubes que oculta a la Cordillera.

Acercándo con el zoom se ve el Retriñón.

Cordal hacia el Torres y el Valverde, bajo nubes y lluvia.


     Tras la pendiente se llega a otra collada, Cochá Trapos, donde la orientación se vuelve al Oeste y se vislumbra el perfil de la Sierra del Aramo.



     El recorrido no permite el descanso; continúa con fuerte desnivel la pista y al fondo de las lomas ya se intuyen las antenas del Pico Renorios, donde se acabará la pendiente porque se llega a la mayor altura del recorrido.


     Las cabañas de toda esta zona suelen ser de piedra arenisca, lo que permite que sus paredes estén en su mayoría hechas de piedra rectangular  y los tejados están cubiertos de grandes losas planas, llábanes, en asturiano.


     Me asomo a una collada al borde de la pista para tener una vista del valle que estoy recorriendo, desde Levinco a Beyo, abajo en el fondo, con otro valle lateral que sube de Beyo a la Sierra de Conforcos.


     Y en un abrevadero de aguas paradas y viscosas observo a un par de ranas que apenas asoman sus cabezas del agua turbia y se vuelven a sumergir.


     Caminando en dirección Oeste al cambiar de ladera, de nuevo aparece a la vista el perfil de la Sierra del Aramo.


     Zona de praderías y cabañas, que según nombra el mapa son el Veyestal, el Caburniu ... ya no quedan vacas por estas zonas, sólo yeguas y caballos más duros y resistentes al frío.


Una pequeña y guapa yegua blanca preñada.



     Estas dos señales están muy próximas, porque hay varias pistas que giran al Oeste y nuestro GR prefiere subir a una loma por la izquierda (Este) antes de girar a Renorios.

Fuente al lado del camino que tiene otra justo sobre ella.


     Como ya estamos muy altos vemos el fondo del valle de Aller, con Cabañaquinta abajo, el cordal de Longalendo que separa los valles del Aller y del Nalón, y más lejos la sierra de Peña Mayor.

Peña Mea y Peñas Negras.


Quizás no haya motivo, pero me sorprende ver floridas las árgomas en este cálido diciembre.


     No es buen día para la fotografía, con estos cielos oscuros, nubosos y sin sol de diciembre, pero se aprecian bien los perfiles de los Picos de La Liebre, el pico La Texera y el terreno de la antigua mina a cielo abierto de Coto Bello, ya regenerado.


     El pico La Texera, hoy oscuro y cubierto de nubes; también aquel día que subimos por aquí nos azotaba fuerte el viento.


     De las pistas ganaderas el GR sale a un corto tramo de carretera asfaltada que viene del fondo del valle y que fue etapa de la Vuelta Ciclista a España, como tantas otras por Asturias, añadiendo más dureza a ese deporte tan duro y sufrido de la bicicleta.




     La carretera llega al alto, donde una gran explanada acoge con fuerte viento al único ciclista que veo hoy por aquí.


Un expresivo mensaje para los ciclistas que llegan a esta cima.


     La gran mesa de orientación que pone nombre a todos los picos de la panorámica y que me permite hacer un recorrido visual de todas estas cumbres, viejas conocidas nuestras.


Peña Mea y Peñas Negras.


La Forcada, el Cuchu, el Retriñón.


El Retriñón, la Muezca y La Tabierna.


El Torres y el Valverde.


Picos de la Cordillera ocultos por las nubes en la zona de Vegarada.


Más cerca, el pico La Texera.


Hacia el Sur, los Picos de la Liebre.


A mi espalda, al Norte, La Burra Blanca y el Cueto Ventoso.

Bosquete de abedules replantados para regenerar los cortes de la mina de Coto Bello.

     Aunque todo el día está soplando fuerte el aire, por estas alturas que está más abierto el paisaje el viento arrecia y las rachas son mucho más intensas; es necesario abrigarse, con cortavientos y gorro para aguantar sus embates.


     Las pistas son por aquí más anchas, resultado de la explotación a cielo abierto que movió millones de toneladas de carbón y estériles entre 1979 y 1990. El GR-109 comienza a bajar en dirección al valle del río Negro.

Señales para el ciclismo de montaña, por el Anillo Central.

Una mirada atrás para ver de nuevo Peña Mea.

Las vistas a la Sierra del Aramo completa: del Gamoniteiro a la Mostayal.

Nuevos paisajes por una zona que apenas conozco.




     Al ir avanzando hacia el Oeste cambia también la vista de los Picos de la Liebre, que parecen redondearse.



     Todo el valle de Murias, o del río Negro, hacia la Cordillera, con los montes de la zona del Estorbín al Tres Concejos cubierto de nubes.

Corte de los estratos pizarrosos de la zona.

Lomas y figuras geométricas en el pico y Braña de Curriechos.







     Si el descenso hasta aquí desde el alto de Renorios fue bastante suave, ahora se compensa perdiendo altura por la pista que baja en fuerte desnivel en dirección a Murias, de la que ya se ven casas abajo.



Murias


     Y cuando llego a la carretera que sube desde Moreda doy por finalizada esta etapa, porque si subiese a Santibáñez (Santibánez)  luego tendría que retroceder de nuevo hasta aquí para bajar a Moreda.  

Se abre una ventana al Aramo y se ven Los Altares y La Mostayal.


     Y aquí, al pie de Murias, en la carretera a unos 8 kilómetros de Moreda, acabo la etapa 11 del Gr-109 Asturias Interior. La siguiente etapa, la 12, va desde Santibanez a Campomanes, al valle del río Caudal y promete ser larga y con más desnivel acumulado que ésta de hoy.


     Y con el recorrido en el mapa de Google Earth y las fotos agrupadas en un vídeo se acaba la crónica de hoy; espero que os haya gustado y como siempre
¡ un saludo, amigos !