Hoy vamos a Somiedo, al soleado pueblo de La Rebollada, desde donde nos acercaremos a conocer la sierra de la Serrantina, territorios que no conocemos ninguno de nosotros.
Y resulta que nos encontramos en un guapo pueblo escalonado en la ladera, y con cantidad de hórreos y paneras que dan cuenta de su importancia y riqueza agrícola y ganadera que viene de siglos pasados.
Capilla de San Antonio |
Empezamos el recorrido subiendo unas empinadas caleyas hasta salir por el alto del pueblo por pista bien hormigonada que nos muestra La Rebollada y su entorno de bosque.
Pasando los crestones de cuarcitas que protegen al pueblo de los vientos del Oeste y damos vista a la sierra que vamos a recorrer, desde la collada Llagüeños, más alejada al Sur ...
... al pico Castiellu, El Piensu y otros que recorreremos en dirección Norte - Sur.
Isidro y Rafa |
La pista, después de ganar altura, suaviza al llegar a las Brañas del Tornu; viendo este buen camino seguimos por él, pasando por praderías y cabañas ...
... hasta que nos damos cuenta que nuestra ruta no es tan directa hacia la sierra, sino que se dirige primero hacia una collada algo más lejana.
Retrocedemos al cruce de caminos donde nos habíamos desviado y ahora sí, tomando la caleya que baja seguimos entre las cabañas y praderías del Tornu en dirección al fondo del valle.
Un buen camino de piedra, en tramos tan bien enlosado como aquí, nos da idea del uso intenso de estos ahora pastizales y antaño seguro que en algún sitio tierra de labor para dar alimento a la población de La Rebollada.
Llegamos al fondo del valle después de haber descendido al menos 70 metros de altitud que empezamos ahora a recuperar para llegar al Collado del Muñon.
El camino continúa entre muros de cierre de prados, con detalles como cerezos plantados para su aprovechamiento y que ahora están por aquí en plena floración.
La zona es terreno de cuarcitas, y brezos, árgoma y robles crecen por la ladera, con algunos grandes ejemplares como este donde paramos un momento.
En una revuelta, al cambiar el trazado del camino a la otra ladera, se nos abre esta espectacular vista de la Cordillera, montañas a las que ya empezamos desde aquí a poner nombres, destacando el Cornón.
Un último trecho hasta llegar a la collada por un tramo de pista abierta recientemente desde la collada del Muñón, con algunas hayas ya en la zona alta.
Nos tomamos un pequeño descanso en la collada y la mirada se nos va hacia el Sur, a la Cordillera Cantábrica por territorios somedanos.
Y aquí nuestra ruta da un giro precisamente hacia el Sur; por la ladera se atisba apenas una senda que acertamos a coger bien y que nos va a llevar bajo la ladera de esta primera elevación, el pico Colmenosu.
Una mirada atrás nos lleva a ver tras la collada del Muñón el verde de la collada de Los Cadavales, casi cruce de caminos entre Somiedo, Cangas y Belmonte; aparece el pico La Patana, en la Sierra de la Cabra, y al fondo la conocida Fana de Genestaza, esa profunda herida de la montaña que sigue desmoronándose.
Siguiendo por la ladera, con pequeños zig zag para ganar altura, pasamos sobre esa mancha de abedules para llegar a la loma que se adivina al fondo sobre las rocas.
Las vistas abarcan ahora toda la Cordillera desde las Ubiñas hasta Somiedo.
Y volteando la ladera proseguimos; como siempre, lo que parece el pico quedará un poco más atrás de la elevación que vemos en primer término.
El Cornón,la Sierra Pelada, el Cogollo de Cebolledo ...
Pasamos bajo el pico Colmenosu para llegar a la collada que lo separa de La Pachagosa, subiendo la loma que vemos desde aquí.
El aspecto de la sierra de la Serrantina desde aquí es de lomas redondeadas, de brezos que en parte son quemados año tras año, como se puede ver en la alternacia de zonas quemadas con otras de brezo y pasto.
Así queda el brezo quemado |
Continuamos por la loma en dirección a las rocas que hacen visible la cumbre de la Pachagosa.
Foto de cumbre de La Pachagosa (1677 m) |
Vista al Norte: la Fana de Genestaza, La Patana y El Palastro.
Al Este, en la lejanía, las Ubiñas; abajo las brañas del Tornu, prados de Pigüeña y Corés en el valle de Villar de Vildas.
De la Cordillera vemos desde aquí El Mocosu, La Penouta, El Cornón y el Cornín, la Sierra Pelada ...
Detrás de Rafa la zona del Cogollu de Cebolléu.
Isidro preparando la mochila para continuar avanzando por la loma en dirección a las otras cimas de la sierra de La Serrantina.
¿ De caza al rececho?¿o más antiguas, de la guerra civil? |
Dejamos atrás La Pachagosa y pasamos por otra pequeña elevación de la sierra, el Alto La Ferreirúa.
Crestones de cuarcita en la loma ...
... a los que apetece encaramarse.
Continuamos recorriendo la loma de la sierra, ahora bordeando por una senda clara que la recorre por el lado del valle del río Xunquera.
Y dejamos un poco atrás la última elevación, el pico El Piensu, de 1666 m. y buscando dónde hacer la parada para la comida nos quedamos en la última elevación de la sierra, el pico Castiechu.
El descanso nos viene de lujo, reponemos fuerzas teniendo frente a nosotros esta zona de la Cordillera en Somiedo aún con nieve.
Así es que tan cómodamente estamos que nos quedamos más de una hora en la campera.
Desde aquí tenemos a la vista en el fondo del valle, justo en el estrechamiento, a La Rebollada, de donde salimos por la mañana.
Acercándolas con el zoom Ubiña y los Fontanes.
El Mocosu, la sierra del Páramo y la pirámide de La Penouta.
Peñas del Nuncio, Cornón, la Sierra Pelada ...
La zona del Chandurrio y la Gobia.
Y muy a lo lejos, al fondo del valle el pueblo de Parada la Vieja, del concejo de Cangas, y las estribaciones del final de la sierra del Rabo de Asno, que tenemos pendiente de conocer.
Después de la pausa continuamos por la loma, ahora en descenso hacia el collado Llagüeños donde despedimos estas maravilla de vistas de la Cordillera.
A la izquierda un precioso circo de montaña bajo las estribaciones del Chandurrio y la Gobia de Cibea, una pradería rodeada de bosque de hayas por la ladera, las Brañas Junqueras.
Para hacerse una idea de las quemas de las laderas de brezos, por donde bajan Isidro y Rafa.
Collado Llagüeños -pronunciado Chagüeños- |
Aunque en principio vemos una bajada por la ladera de la izquierda, con un sendero bien marcado, optamos por seguir un track de GPS que nos lleva por el medio de una loma en el bosque de hayas.
Y la verdad, fue un acierto bajar por el bosque, aún sin hojas, sólo los brotes que van apareciendo y le dan a las ramas un color marrón rojizo característico.
En medio de las hayas un gran ejemplar de tejo. |
Hayas con gran caracter que destacan solas. |
Y después de descender unos 500 metros de desnivel por la loma del bosque llegamos al arroyo de Cormichán, que cruzamos y ya seguimos por su margen izquierda.
Es curiosa la agrupación de las cabañas de la braña de Cormichán, con buenas cabañas con detalles como partes abiertas techadas para trabajos exteriores a cubierto.
Si miramos atrás divisamos a lo lejos, en lo alto y en la distancia, el collado desde donde venimos bajando en dirección de nuevo a La Rebollada.
Y vamos llegando bajo las praderías y cabañas de la Braña el Tornu por donde pasamos esta mañana.
Curiosas, las terneras nos ven pasar |
Cerezo en flor |
Y ya estamos en la parte baja de los crestones que habíamos pasado por arriba esta mañana, a un paso de llegar a La Rebollada.
La última riestra de panoyas de maiz cuelga como tradicionalmente del hórreo, esperando a la nueva cosecha del verano; acabamos así la ruta de hoy, larga y llena de contrastes, que disfrutamos como siempre en buena compañía. Espero que os haya gustado y con el plano de la ruta y un pequeño vídeo resumen nos despedimos como siempre
¡un saludo, amigos!
Nota: en muchos blog personales de montaña como este veo que se advierte que el recorrido depende de la forma física de cada uno, de las condiciones de la meteorología, del equipamiento de abrigo y material técnico personal. En este blog sólo cuento mi experiencia personal, sin que el recorrido que hago o las fotos sirvan de guía, únicamente como referencia para ver un paisaje o una vista desde algún lugar. De hecho no pongo ni los tiempos ni los tracks de los recorridos, porque no siempre son la mejor ruta, la más cómoda o la más clara. Saludos.
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