En medio de Villanueva de Pría, y por una caleya en torno a pastos y tierra de labor, empezamos la corta ruta de hoy aprovechando la mañana antes de que llegue la lluvia.
Oveyes xaldes, raza autóctona d`Asturias |
No conocíamos este entorno, con una casona con jardines, este estanque y la fuente, que data de 1904.
Hacia el Oriente, por detrás de Villanueva, se asoma la sierra de Benzúa y se adivina el inicio de la sierra del Cuera.
Y por la "caleya" coinciden como por otras partes de la costa la señalización del GR-204, del camino de Santiago del Norte por la costa y otros pequeños recorridos PR locales.
Nos acercamos a los acantilados, tan vistosos, donde el Cantábrico azota las paredes calizas ...
... y recorremos el borde de la costa por la estrecha senda que usan los pescadores de caña para acercarse al mar.
A esta hora es bajamar, y los bufones no soplan como cuando hay pleamar y marejada fuerte; entonces sí que impresionan el bufido y la altura del agua pulverizada por la presión.
Acercándonos a la rasa de Llames de Pría donde se encuentra un grupo de bufones muy visitados, con vistas a la Sierra Negra y el pico Jorovitalla, que conocimos hace poco.
Las nubes se van colando del Oeste rápidamente y la niebla va cubriendo la sierra del Sueve; al fondo aún alcanzamos a ver la costa de Ribadesella y Lastres.
Con el zoom acercamos la visión de los acantilados del Infierno y de la entrada de la ría de Ribadesella.
Vemos los distintos fenómenos que la erosión kárstica va produciendo en las calizas de la costa; dolinas y hundimientos de bóvedas de cuevas como este que acabará formando una playa como la misma de Llames.
Uno de los bufones de Pría |
La entrada a la ensenada de Llames de Pría |
Erosión de la roca por el viento y el agua del mar |
Otros ejemplos de los bufones de Pría, a esta hora tranquilos |
Y la playa de Llames, en la desembocadura del río Guadamía, que se cubre entera de agua con las mareas altas.
Y para completar el recorrido circular, volvemos de Llames a Villanueva variando el recorrido, pasando por delante del palacio de Garaña -desde hace tiempo camping y establecimiento turístico- en un tramo por carretera y otro por camino agrícola, disfrutando de los pequeños detalles del recorrido.
Un cuidado gallinero |
Bandada de chovas |
Nos llama la atención esta construcción; al mirarla bien se aprecia que en su origen fue una panera -ahí están los seis pegoyos que la sostenían- y en la que se fueron añadiendo muros de piedra para cerrar la planta baja.
Un detalle artístico de lo que un artesano puede hacer con varillas de hierro |
Y con esta vista del recorrido mañanero de hoy acabamos la pequeña crónica; espero que os guste y como siempre
¡ un saludo, amigos !
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