Seguimos en Monasterio de Hermo disfrutando de unos días de descanso; hoy volvemos a subir a la Braña de Narcea para hacer el recorrido del hayedo de Monasterio de Hermo.
Desde la misma braña cogemos una pista de las antiguas minas que nos va a conducir por el bosque en principio sin mayor desnivel, en horizontal, aunque luego subirá y bajará por el hayedo.
Hay una helada considerable, que se mantiene cayendo una tras otra varios días y dejando el suelo congelado.
En cambio, en la ladera de enfrente, a la solana, seguro que se estaría mejor. Esa zona serían los Altos del Monteiro y al otro lado estaría la Laguna Chauchina que visitamos ayer.
Una fuente canalizada de las antiguas explotaciones mineras |
El camino a partir de aquí sigue siendo pista, pero ya no ancha; y tampoco está de pasar ningún vehículo ni tractores agrícolas.
Miras monte arriba o monte abajo y sólo las hayas se levantan verticales al cielo ...
Surge algún manantial o baja algún reguero por las vaguadas que vamos cruzando, pisando el tapizado blando de las hojas caídas que se van acumulando.
Encontramos los charcos donde se "baña" el jabalí ...
... y deja su silueta marcada en el barro, con huellas y pelos.
La ladera deja de ser tan empinada y pasamos por algún llano; lo que no está al abrigo de los árboles se encuentra helado e incluso con algo de nieve.
Características zonas húmedas y charcas colmatadas |
Excrementos marcando territorio |
Llegamos a una pradería que es donde se acaba la pista; a partir de aquí sigue una senda marcada en algún lugar con pintura hasta la braña La Revechada.
También nos sorprende el tamaño y la variedad y cantidad de líquenes que prosperan en el tronco de las hayas.
Alguna forma triangular que rompe la armonía de la verticalidad de los troncos |
Setas de yesca que crecen en los troncos |
Algúnos rayos de sol atraviesan entre los árboles, pero muy bajos como para que calienten esta vertiente Norte.
En la braña La Revechada los jabalíes levantaron toda la capa de pasto; entre ellos y los agujeros de los topos no queda muy bien la hierba para el ganado.
Y en la puerta de la cabaña "Propiedad de Eloína Álvarez" como dice en la entrada, paramos un rato a descansar y comer algo.
De la misma pradería sale una pista que cogemos ahora para bajar ya directamente al cauce del río bordeando otros prados cerrados con muro de piedra.
Figuras fantásticas de las hayas retorcidas en el bosque que hacen volar la imaginación: ¿son árboles de los bosques del Señor de los Anillos?.
Y después de bajar y cruzar el río Narcea estamos ya en la carretera por la que se sube a las antiguas instalaciones mineras y a la braña.
Y con esta vista del cordal que separa Hermo del concejo de Degaña, sobre el hayedo que cubre toda la ladera, acabamos el recorrido de hoy. Espero que os guste y como siempre
¡ un saludo, amigos !
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