Foz de Polanco (Geras de Gordón - León)

Dos de las tres fuentes iguales de Geras de Gordón

      Hoy, 26 J, día de Elecciones Generales, después de votar nos vamos Aurora y yo, cruzando el puerto de Pajares, a Geras de Gordón para conocer una foz que teníamos en mente desde hace tiempo, la foz de Polanco.

     Desde la parte alta del pueblo, y señalizado por estos carteles, sale un camino que de seguir todo el valle arriba nos llevaría al Cerro Pedroso.

Gordolobo, una planta con usos medicinales

Por el camino hacia la foz de Polanco

     La pradería en la cercanía de Geras está sin segar; parece que incluso los prados cercanos al pueblo están dejando de segarse si no son fácilmente tractorables y cada vez hay menos ganaderos y menos ganado para aprovechar pastos de siega.

      Llegamos al estrechamiento de la hoz -o foz, como decimos en Asturias- que no es muy estrecha ni muy larga, pero tiene su encanto. Sopla fuerte aquí el aire encajonado entre los paredones calizos.

Un ejemplar de mostajo -o mostayo o mostayal en asturiano-

Mostajo -sorbus aria- pasando de floración a frutos

En la parte más estrecha del desfiladero

     Una vez que se sale del desfiladero el camino sigue todo el valle arriba con el arroyo al lado, que apenas se ve por la vegetación.

     Mirando atrás a los paredones calizos que forman el estrechamiento a la derecha de la foz.

     Curioso que unas bellas mariposas aprovechen los minerales de los excrementos de algún pequeño animal.

     Y al lado izquierdo de la foz otros murallones calizos en la Peña de la Cueva; luego al bajar nos fijaremos en que hay una escuela de escalada con varias vías abiertas en esta pared.

     Pensamos que lo que se ve al fondo en el final del valle puede ser el Cerro Pedroso, pero aún estamos muy lejos.

     El bien enlosado camino denota que se hizo en su día con cuidado; la abundancia de caliza de losetas planas facilitó la construcción de este buen camino carretero que permitiría en su día el acceso cómodo del ganado a los puertos altos .

     Cambiamos de margen del arroyo y seguimos camino arriba en una suave pendiente cómoda de caminar.

     Las poderosas hayas de éstas laderas umbrías van colonizando también las zonas más bajas cercanas al camino.

Van saliendo los frutos de las hayas, los hayucos -asturiano: faya, fayuco-

Flores y más flores por todo el recorrido

Cardos 

     Unas mariposas aprovechan los restos de un ratoncillo o de un topo, absorbiendo lo que pueden recuperar del pequeño cadáver.

     Y la aguja que veíamos a lo lejos vista desde aquí, a sus pies, forma un tridente vertical.

     Al otro margen del arroyo continúa el farallón calizo, en la misma dirección que toda esta alineación de estratos calizos que veíamos desde arriba, desde el pico Amargones cuando divisábamos el Alto del Palomar y el pico Feliciano, que justamente ahora tenemos más altos sobre nosotros..

     Y después de recorrer el encajonado valle del arroyo salimos a una vega más amplia con praderías.

     Hasta aquí baja una pista forestal de nueva apertura, no el camino tradicional empedrado que venimos recorriendo. Y sí, al fondo está el Cerro Pedroso.

     Y hacia atrás, mirando al valle, tenemos al fondo Collariondo, que da paso a un hayedo que ya se ve desde aquí, la Boyariza. Y más abajo, pasando la collada, otras hoces que cortan la afloración caliza y dan paso al valle de Geras.

Un acebo

La flor del acebo que luego se convertirá en las rojas bayas de invierno

Espino albar

Flor del espino albar

     En una zona húmeda muy encharcada destacan las orquídeas moradas.

      Y más flores que nos llaman la atención, un arbusto espinoso con unas bonitas flores amarillas que no conocíamos.

     Y después comemos a la sombra de una "faya" (por esta zona de León se llaman "faedos" a los hayedos, bosques de hayas en castellano). Al bajar nos acercamos a esta cabaña ya sin tejado; una lástima porque podría ofrecer cobijo a ganaderos o senderistas,  y en invierno a las actividades de montañeros por la nieve.

Tradición de la foto de "cumbre"; foto "en el valle"en este caso

     De regreso hacia la foz de Polanco antes de adentrarse en el estrecho valle que subimos por la mañana.

Las agujas calizas del camino

     Bajando cruzamos de nuevo el arroyo y vamos viendo desde otra perspectiva el valle hacia abajo. 

La bien enlosada calzada

     Y al brillo del sol de la tarde vemos mejor las chapas de los seguros que hay en las vías de escalada en las paredes de la Peña la Cueva.

     Y enfocando la estrechura de la foz vemos al fondo el pueblo de Geras de Gordón, muy conocido también por sus embutidos.

     Y con esta mirada atrás a la embocadura de la hoz de Polanco desde el mismo Geras despedimos la jornada de hoy.

     Espero que os haya gustado este sencillo y guapo recorrido de hoy y como siempre

¡ un saludo, amigos !