Hoy vamos al concejo de Aller, a una zona que visitamos por primera vez, aunque es bien conocida por haber sido final de etapa de una Vuelta Ciclista a España: el alto de Coto Bello. Una antigua explotación minera a cielo abierto que, por suerte, después de haber sido explotada -con los perjuicios a sus antiguos propietarios y al medio ambiente- fue regenerada paisajísticamente con lo que se cerraron las heridas de la explotación minera. Desde aquí se domina el cordal de Aller desde Moreda al puerto de San Isidro.
El antiguo paisaje sería algo así, con praos y fincas mezcladas con manchas de arbolado que según la altura irían de los castaños a las fayas y los abedules en la parte más alta.
Y acercándolo con el zoom vemos al final del valle el pico Torres, guardián con su vecino el Toneo del puerto de San Isidro.
Ahora esta explanada alta de Coto Bello se promociona para el deporte activo, con actividades como el parapente gracias a la altura sobre el valle del río Aller, y para la bicicleta de montaña, con propuestas de recorridos por las numerosas pistas existentes enlazando con Felechosa o el valle de Santibáñez de Murias.
El día es frío y muy ventoso, con rachas muy fuertes que nos hacen temer al principio no poder conseguir llegar al pico La Texera, nuestro modesto objetivo de hoy.
Tanto en la ladera que empezamos a recorrer como enfrente de nosotros se aprecian bien los cortes de los distintos frentes de explotación que tuvo la mina. Alguna edificación, como la que vemos aquí abajo, sirve ahora para un uso ganadero.
Y vamos dejando a nuestra espalda la gran mole caliza de Peña Mea, una de las montañas de este concejo de Aller más vistosas y que fue de las primeras que recorrimos en aquellos primeros años montañeros nuestros.
La línea medular de estas montañas de Aller sigue desde Peña Mea hacia la Forcada, el picu Cuchu y el Retriñón que conserva algún rastro de nieve.
Abrevadero para el ganado, sin caño de fuente |
El aire viene del Suroeste muy fuerte y a veces cuesta mantenerse y dar un paso, como aquí, que damos vista a los picos de la Liebre.
Los picos de la Liebre llevan al pico Cuaña y detrás al Estorbín de Valverde. A la derecha en la foto la zona de la Cordillera con el Robequeras, Camparones, Tres Concejos ...
Y hacia el Oeste vemos la sierra del Aramo, que con este día tan gris sólo nos deja ver la silueta de sus cumbres del Gamoniteiro a la Mostayal.
Un gran depósito de agua en el que el viento ... ¡hace unas fantásticas olas, algo increible!. Detrás Peña Mea, las Peñas Negras y la Forcada.
Valle de Santibáñez de Murias |
Como seguimos la pista digamos "principal", llegamos a una collada donde nos aparece la cabecera del valle de Santibáñez, con los picos de la Liebre y el pico Cuaña o Rañadoiro, como nombran en algunos mapas.
Mirando atrás se ve la explanada de Coto Bello de donde salimos y la forma que las pistas mineras y los sucesivos cortes y vaciado de la ladera fueron dando con la regeneración de los suelos.
Y aquí, que ya llegamos bajo el vértice geodésico que es el pico La Texera, tenemos otro ejemplo de la cortas para aprovechar las vetas de carbón, con una rampa de pizarras.
Huesos de un caballo pequeño o potro |
Un enorme ejemplar de acebo, con buenos troncos ramificados desde su base |
Y nos asomamos de nuevo a lo alto de la cumbrera; a la izquierda del Retriñón al Torres, en el centro Peña Redonda confundida con las crestas calizas de Peña Panda y el Fondil por delante. A la derecha la cordillera por la zona de Vegarada.
Y por la cómoda linea, sólo meneados por el fuerte viento, seguimos a la cumbre de La Texera.
Aurora protegiéndose del viento |
En la cumbre con el mojón geodésico; en un pequeño bote recogemos una tarjeta de cumbres y dejamos la nuestra |
Y como en la cumbre estábamos incómodos por el viento, al bajar hago las fotos equivalentes a las que no saqué arriba, con el Torres, Toneo y Peña Redonda ...
... y la zona de Fuentes de Invierno y Vegarada bajo las nubes.
Y los picos que llevamos viendo todo el día; habrá que apuntar para las salidas de este año el pico Jurvio, el Cuetu la Boya, la Peña Cuaña ... A ver cuales conseguimos al final de año.
Bajando y con el sol a nuestra espalda lucen mejor los bosquecillos de abedules en contraste con los piornales verdes.
Las nubes plomizas que nos acompañaron todo el día; la parte positiva del viento fue que impidió que descargaran agua.
Algunos ejemplares de haya que sobrevivieron a la explotación minera de estas laderas. |
Y la preciosa vista que nos ofrece Peña Mea. Bajo ella, justo debajo nuestro está el pueblo de Bello y más atrás, en la carretera que lleva a San Isidro, Levinco, con la cantera del Reguerón. Y más arriba, ya en la falda de Peña Mea, vemos el pueblo de Pelúgano, buen acceso a Peña Mea y a la Forcada.
Abedules |
Otro bosquete de abedules de blanca corteza y ramas ahora rojizas |
Indicaciones para los ciclistas del recorrido Anillo Ciclista de la Montaña Central |
Y aquí nos despedimos hoy, con el fondo de Peña Mea y el paraguas que al final no necesitamos, por suerte. Espero que disfrutéis y como siempre ...
¡ un saludo, amigos !
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