Hoy vamos a Teverga, subiendo hacia el puerto de Ventana, una vez pasado Páramo y tras unos pocos kilómetros en un cruce a la derecha aparece una pista señalizada al hayedo de Monte Grande.
Vamos a hacer el recorrido hasta la cascada del Xiblu y luego seguiremos el sendero hacia La Focella, pero sin llegar al pueblo porque hay que volver al punto de salida.
Vista al macizo de Sobia con el Barriscal de Sobia y la Peña Saleras y el pueblo de Villa de Sub |
Por la pista; además hay un tramo adaptado para personas de movilidad reducida |
La zona de Peña Sobia sobre San Martín de Teverga |
El camino pasa sobre la fuente de Las Vallinas, que nace al pie de una faya; con poca agua porque continúa el estiaje del verano y no llegaron aún las lluvias de otoño.
El hilillo del manantial |
Mirando abajo, hacia la vallina, siempre fayes y felechos ...
... lo mismo que si miras arriba, a la ladera del monte.
Frutos del mostajo |
Frutos del serbal, dando gran colorido al bosque |
Siguiendo el recorrido la pista se acaba en este puente moderno; desde aquí falta un kilómetro a la cascada del Xiblu si seguimos el cauce arriba, ya por una senda estrecha.
Aurora en el cruce; luego bajaremos un tramo largo por el camino que lleva a La Fociella, donde se enlaza con otro sendero que sube a la braña de las Navariegas.
El bosque se cierra sobre el cauce del río |
La senda es más estrecha; desde aquí ya hay que prestar más atención si se va con niños para evitar resbalones o una pequeña caída. La señalización avisa de que la dificultad es mayor.
Y llegamos a la zona baja de la cascada del Xiblu; como es de esperar por la época del año lleva poca agua, pero aún así, algo tapada por la abundante vegetación, muestra su belleza.
No subimos a la parte superior de la cascada; hay que subir una pendiente más fuerte, con piedra, barro y hierba sin camino pisado y preferimos quedarnos aquí.
Seguimos el camino hacia La Focella buscando un lugar donde descansar y parar a comer algo; unas cabañas ya sin uso pero bien conservadas y praos a los lados, algunos donde hay vacas pastando pero otros tomados por la maleza.
Desde una "ventana" de vegetación tenemos a la vista Peña Saleras con el pueblo de Villa de Sub bajo los paredones de la montaña.
Un delicado ejemplar de seta, pero con la sombrilla abierta hacia arriba; ¡qué curioso y frágil resulta aquí, en medio del camino!
Volviendo de regreso al cruce para coger de nuevo la pista tenemos esta vista del hayedo; la cascada está subiendo la vallina hacia la derecha.
En un árbol de los muchos que hay caídos seguramente por los vendavales del invierno vemos esta aglomeración de setas. Curioso el ejército de pequeñas campanas, que miramos con detalle.
Algunos rayos de sol atraviesan la frondosidad del bosque; es curiosa también la acumulación de telas de araña en la base de estos árboles.
Ya de vueltao caminamos con Fran, un compañero de trabajo que viene con su hija Clara de ruta. Compartimos camino y charla con ellos y de regreso vemos hacia el Peñón de Ventana las siluetas de los Fontanes y del Prau Fontán.
Y nada más, espero que os guste el recorrido de hoy y ... ¡un saludo, amigos!
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