lunes, 3 de enero de 2022

La Cervatina PR-LE 28 (Puebla de Lillo-León)

 


     Hoy es un día de decisiones sobre la marcha. Empezábamos en San Isidro, pero un contratiempo nos obligó a decidir bajar a Puebla de Lillo para cambiar la ruta. Luego, a lo largo de la mañana tomaríamos otras decisiones  y volveríamos a cambiar de rumbo.


     Comenzamos a caminar por la ruta marcada como PR-LE 28 La Cervatina, con la intención de acercarnos al Susarón.



     Seguimos por la pista hasta la Fuente del Obispo, donde nos damos cuenta que estamos dejando atrás el desvío del camino hacia el Susarón.



     Un poco más arriba giramos a la izquierda y dejamos la pista; nos internamos por otra pista entre el bosque de hayas, precioso en estas fechas de invierno.



     Así salimos a una collada desde donde nos orientamos y vemos que la canal por donde deberíamos subir nos queda más abajo; no queda otra que bajar y retomar el camino correcto.

Los cristales de hielo salen entre el barro congelado

Una charca usada como "bañera" por los jabalíes


     Al fondo los picos del Mampodre nevados; aquí abajo la cabaña de chapa con chimenea que es la referencia para coger la canal de ascenso hacia el Susarón.

Escaramujos

Excrementos de ciervo o de corzo; difícil de distinguirlos para mí


     Ya en el sendero correcto por la canal, con hitos de piedra que señalan la subida sin posibilidad de desviarse puesto que es una canal muy lineal. 

Restos de un rebeco; no vimos la cabeza con los cuernos


Tramo de la canal por la ladera de bosque de hayas

Rafa e Isidro subiendo

Rebeco en la ladera



     El sendero a la arista para subir al Susarón se desvía en este punto marcado con hitos; aunque Isidro y Rafa le tienen ganas al Susarón, me temo que esta cima pasa a ser un pico en la lista de "pendientes" para ellos.

Pilón y fuente de nueva construcción y buen acabado


     Desde donde estoy, El Pradico, al final de la canal y antes de la collada hay buenas vistas hacia la Sierra de La Cuerna, por San Isidro.



     También hay buena vista hacia la Sierra de Mongayo, por Tarna y Las Señales, y al Pico Lago.

Pico Lago, sobre Los Pinares de Lillo


     Las nubes que van cubriendo las cimas entran también sobre el Susarón, por cuyas crestas de caliza andan los rebecos.



     Y tomamos la decisión de cambiar los altos de la montaña por el bosque; podemos hacer una ruta circular que andando por pistas forestales nos lleve hacia La Cervatina y luego de regreso a Puebla de Lillo.

Javier e Isidro


     El bosque está espléndido, con las hojas tapizando completamente el suelo y cubriendo incluso los pequeños arroyos por las vaguadas.




     Está realmente frío y sopla el aire; empezamos el recorrido con -2ºC y aunque ahora la temperatura haya templado algo, el viento hace aumentar la sensación de frío y más por estas laderas del monte.



     Vamos caminando por el bosque por la pista forestal, disfrutando del recorrido y de los detalles que nos va desvelando el camino entre las hayas, con los líquenes, el musgo, las piedras, las raíces ...



Otra charca para los jabalíes

Huella de jabalí


Abundantes líquenes en las ramas





     Y llegamos a una amplia pradería en cuesta por donde la senda de La Cervatina hace un bucle en su recorrido; bajamos y nos incorporamos a la senda del PR-LE 28.

Caminos que hacen los topillos y ratones bajo la nieve


Un tejo se abraza a las hayas 


Señales del sendero PR-LE 28

El Susarón

Más bolitas de ciervo o corzo


     De nuevo por la Fuente del Obispo aprovecharemos el banco para extender el mantel y dar cuenta de las viandas (es broma, nadie piense que nos estamos haciendo más sibaritas con los años, ¡je, je, je!).


     Y de regreso tranquilamente a Puebla de Lillo vamos disfrutando del entorno y de la vista hacia el Mampodre.

Arbusto de mimbrera (o una blimal, en asturiano)



     Y con el sol bajando por detrás del Susarón de Lillo acabamos la ruta de hoy; no programada, improvisada, pero que aún sin lograr la cima creo que nos ha resultado a todos entretenida y guapa. A Isidro y Rafa les queda pendiente el Susarón; a mí también, aunque lo subí un montón de años atrás. 


     Y con el Mampodre sobre las casas de Puebla de Lillo acabamos la crónica de la ruta de hoy. Espero que, aunque modesta, os haya gustado. Como siempre

¡ un saludo, amigos !










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