Es verano y baja poca agua, pero cerca de Potes (Cantabria), por un estrecho valle desde el pueblo de Valmeo, se puede seguir un sendero de pequeño recorrido (PR) que nos adentra en la vegetación de tipo mediterráneo de encinas, sabinas y madroños y nos acerca a las cascadas de Retumbia.
Continuando arroyo arriba después de la cascada más alta se llega al pueblo de Maredes. De aquí alargamos la ruta subiendo por una senda que bordea la ladera y gana más altura hacia el cordal del pico de La Viorna, sobre la villa de Potes.
Aunque es una ruta sencilla, tiene bastante desnivel, en total cerca de 800 metros que se hacen notar también en la bajada, que hicimos directa por la loma que separa las dos vertientes, entre las encinas y madroños, llegando a los pinos de repoblación y acabando en el mismo Potes.
Imágenes del recorrido; salimos del pueblo de Valmeo.
Por la parte alta del pueblo, después de pasar una explanada donde está la bolera del pueblo, el camino se bifurca. Seguimos la señalización por el camino de arriba, dejando a la derecha un gran castaño.
El bosque es en esta zona de encinas, además de otras especies que iremos viendo de clima más mediterráneo debido al tipo de suelo y al microclima de la Liébana.
El camino se acerca al arroyo, que como es verano baja con poca agua; de todas maneras va mostrando guapos rincones y pequeños saltos.
Volvemos a cambiar de ladera y de nuevo vamos a la sombra de las encinas.
Salimos a un claro donde se ensancha el valle; la pradería está cubierta de helechos.
Y llegamos a la cascada principal del arroyo, pero ¡ay!, es verano y está sin agua; el arroyo se sume en la parte de arriba por algún sitio y no llega a la cascada.
Gómez-Lobo en la cascada de Retumbia |
Hasta aquí sería el recorrido normal de las cascadas de Retumbia y se volvería al pueblo de Valmeo de donde partimos. Pero si se sigue el curso del arroyo hacia arriba, se llega a otro pequeño pueblo, Maredes, y eso vamos a hacer para completar la jornada.
El sendero señalizado sube a la parte de arriba de la cascada superando el desnivel y llega de nuevo a otro llano, por donde aparece el arroyo de nuevo.
En un claro se ve el bosque en la ladera de enfrente, bajo la cima de La Viorna.
Y mirando valle abajo se ve el recorrido que llevamos desde el pueblo de Valmeo. Ahora el camino señalizado que seguimos sube por la ladera en sucesivos y empinados zig zag, ganando altura sobre el arroyo. Vimos que podría haber otra opción si hubiésemos seguido al lado del arroyo.
Madroños |
Brezos |
Tomillo |
La vegetación, como ya vimos desde el inicio, es de tipo mediterráneo; aquí en la foto tenemos en primer plano enebro, detrás madroño y al fondo las encinas que predominan en este bosque.
Planta jóven de madroño |
Caminamos sobre la roca madre; la senda está trazada en la misma pizarra del sustrato |
Uno de los líquenes que colonizan las ramas, barba de viejo |
También aparecen algunos grandes ejemplares de roble |
El tipo de roca que predomina por aquí son los conglomerados, como en estos crestones que afloran sobre el bosque cuando vamos llegando a la parte alta.
Y ya al lado del pueblo de Maredes nos encontramos con este molino, con años en desuso y perdiéndose el tejado, lo que sería su ruina si no se arregla para conservarlo. Es un molino grande que muestra la utilidad que tenía en el pasado, recordándonos antiguos cultivos de cereal para la autosuficiencia de pueblos y aldeas.
Llegamos al pequeño pueblo de Maredes, donde pararemos a descansar porque así como quien no quiere la cosa llevamos subido un buen desnivel, desde los 300 m de Valmeo a los 800 m. de Maredes.
En un pilón la curiosidad de unas carpas como si fuese un acuario |
Desde la casa más alta del pueblo decidimos seguir la ruta, porque aparenta que no va a ser complicado llegar al alto del pico de La Viorna; así que nos liamos y seguimos subiendo.
La senda es agradable de recorrer, porque seguimos a la sombra del bosque de encinas; y aunque aparenta suave, en algún momento se empina, para salir al canto del monte y dar vista a la otra vertiente.
Brezos |
Y por fin llegamos al canto de la ladera; pocos metros más allá está la gran cruz de hormigón que corona el pico de La Viorna (1151 m). Así que convertimos lo que iba a ser un cómodo paseo en zapatillas de monte en una ruta de montaña con 850 metros de desnivel.
El macizo Oriental de Picos |
La panorámica nos muestra cumbres que van del Prao Cortés, a la izquierda, pasando por la Morra de Lechugales y la Canal de Las Arredondas en el centro de la foto ...
... a las cumbres del sector más al Norte, que sería la zona del Sagrado Corazón, el Samelar y las cumbres de Las Verdianas por donde va perdiendo altura el macizo Oriental.
En la vertical, el valle de Turieno y en la esquina derecha el Camping La Viorna, nuestro campamento base de hoy y de otras ocasiones.
Potes, Oceño y el valle que baja hacia el desfiladero de La Hermida.
Sierra de Peña Sagra.
Más lejos, hacia el puerto de Piedras Luengas y Peña Labra.
Y girando la vista de nuevo al Sur vemos que asoman una serie de montañas también altas y que conservan aún nieve: la Montaña Palentina, y a la derecha Peña Prieta, a la que subí recientemente, pero por Palencia, desde Cardaño de Arriba.
Y estando descansando aquí nos damos cuenta de que unos pequeños bichos se han ido colando por las piernas arriba; menos mal que las vimos, porque no se sienten caminar por la piel. Y menos mal que en el botiquín tenemos unas pinzas que nos sirven para coger bien a estas diminutas garrapatas y sacarlas enteras de la piel.
Orégano de monte |
Decidimos bajar cambiando el itinerario y en vez de volver a Valmeo bajamos directamente por toda la loma a Potes; está señalizada la senda como PR, aunque hay pocas marcas. Pero bajando se ve perfectamente el camino porque va siempre por la divisoria de vertiente.
Llegamos a un tramo con pinos de repoblación, pero enseguida volvemos a la loma, por pista que casi parece un cortafuegos de lo empinada que es.
Clavelinas |
En una curva de la pista-cortafuegos se ataja por donde señala el mojón de piedras, continuando el camino por la loma.
Loma abajo viendo siempre Potes al fondo. |
Enebro y sus bayas
Entre plantas jóvenes de madroño y sus frutos
Bajamos y bajamos y seguimos viendo lejos Potes; parece que no acabamos de llegar y el calor ya está apretando bastante.
Las últimas y empinadas bajadas hacia Potes.
Siempre nos gustan las huertas bien cuidadas, como esta.
Y de allí arriba venimos, de la cruz del pico La Viorna. Ahora toca recorrer un tramo de regreso a Valmeo, pero será un recorrido por sombra al lado del río Quiviesa, con pozas tan guapas como estas. Como curiosidad, este río nace al pie de Peña Prieta para llegar a Potes y contribuir con sus aguas al río Deva.
Espero que os haya gustado el recorrido y como siempre
¡un saludo, amigos!
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