Un poco vago me pilla este comienzo de año; el mal tiempo nos hace quedar sin salidas de monte estas semanas de enero pasadas por agua. Pero como hoy domingo se anuncia una tregua, vamos Aurora y yo a las Foces del Río Pinos, para completar la "visita" que habíamos hecho por las Foces de Río Aller camino de Vegarada a finales de diciembre.
Agua ferruginosa buena para la salud |
Cruce de caminos con el Molín de Peón convertido en un criadero de alevines de trucha para repoblar ríos asturianos de una asociación de pescadores, el Maravayu.
Un tejo delante del molín |
Gotas en los arbustos. Llueve y vamos con paraguas abiertos, algo poco estético para andar por el monte, pero práctico para un día como hoy que caminamos por pista y senda marcada como PR.
La temperatura es baja, pero aún no estamos en cota de nieve. Seguimos camino arriba, pasando varios cruces que van a distintas cabañas, pero siempre de frente por el camino principal; como digo es un sendero de Pequeño Recorrido junto con las Hoces de Río Aller englobado en otro de Gran Recorrido de la Ruta de la Plata entre Gijón y Sevilla.
Seguimos acercándonos a las Foces, disfrutando del paisaje nevado, con las ramas de los árboles sin hojas cubiertas de la nieve caída estas últimas horas.
Otro bonito tejo |
Damos vista a las foces |
Nos adentramos en las Foces; la última vez que pasamos por aquí fue bajando de Peña Melera con Carmen y Olaya, otro día con mucha nieve; una salida con el grupo Fariu que dado el mal tiempo por San Isidro cambiamos de ruta iniciando en Cuevas la marcha a Peña Melera para acabar la travesía en Felechosa.
Un poco más arriba conocemos una cabaña que siempre nos sirvió de cobijo, incluso creo recordar que hace años dormimos en su tenada. Aquí paramos para disfrutar de un rato de relax viendo la nieve caer; pronto notamos el frío al estar parados y después de comer volvemos hacia abajo.
La flor masculina del avellano |
Impresionantes las vistas de los paredones calizos nevados que cierran estas foces; la nieve en el camino y el ruido del agua en las cascadas lo hace más entretenido.
Aurora ve un movimiento al fondo, cerca de la collada que tenemos al frente: enseguida vemos un rebeco subiendo por la nieve; llegar hasta allí le costaría a cualquier depredador de cuatro patas el riesgo de una caída mortal.
Con su agilidad característica trepa y en pocos saltos ya está en la collada oteando hacia la otra vertiente a ver si está a salvo.
Los cortados que veíamos entre la niebla por la mañana ahora están preciosos con el poco sol que acaba de salir para alegrar un poco el día.
El bosque nevado |
Flor masculina del avellano; la femenina está junto a los brotes |
De nuevo por la pista abajo en dirección a Pola del Pino de donde habíamos salido por la mañana.
Algo florido para alegrar el invierno |
Y en la Fuente de la Salud con su guardián; quien no bebió al subir ... ¡a ver si por beber ahora se va a marchar con un "taragañu" p´a casa!
Nada más, sólo enviaros ¡un saludo, amigos!
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