martes, 3 de enero de 2023

Cascada de Xurbio (Murias - Aller)

 

     Hoy vamos Aurora y yo con nuestros amigos Loli e Isidro a hacer una pequeña ruta en Aller. Desde el pueblo de Murias nos acercaremos a conocer la cascada de Xurbio, que ya tiene renombre entre los aficionados al senderismo en Asturias por ser un recorrido fácil y cómodo que se puede hacer con niños.



     Viene con Loli e Isidro "Guaja", una perrita pastor que hará el recorrido al menos 10 veces más que nosotros, con su contínuo ir y venir delante y detrás de nosotros, cuidándonos y pastoreándonos, como es su oficio.

El río Negro es el que recorre todo el valle

Señal de sendero de pequeño recorrido PR-AS 295


     La pista por la que va el sendero primero baja desde Murias al río, luego remonta una cuesta para volver a bajar cerca del río; hay incluso unos escalones para facilitar la bajada. Luego un corto recorrido más llano hasta llegar a la cascada.





Cascada de Xurbio.

Javier, Isidro, Loli y Aurora


     Después de un rato de admirar la cascada y de hacer las correspondientes fotos retrocedemos de nuevo en dirección a Murias, para coger un sendero que sale desde el poste que señala la bajada a la cascada.

"Guaja" esperando por nosotros.


     Volvemos a tomar rumbo Sur y en cuesta arriba; es un tramo corto pero que nos hace entrar en calor por la pendiente;en algunos puntos se conserva bien el empedrado del suelo y muestra que fue un camino muy utilizado.




     Y llegamos al punto que nos va a hacer la excursión un poco más larga para completar la visita a la cascada; vamos a seguir sobre la canalización cubierta por losas de hormigón de un canal que abastece de agua a una pequeña central hidroeléctrica.


     Al otro lado del valle, sobre la loma, vemos la antena del pico Renorios, por cuya base pasé hace unos días haciendo la etapa 11 del GR-109 Asturias Interior.

Murias de Aller.


Pasaremos ( y volvemos a cerrar) varias portillas como esta.


La helada de esta noche se mantiene en las hierbas y hojas del camino.

Zona del pico Curriechos y bajada a Murias desde Coto Beyo.

Huevos de rana.



     Seguimos la suave pendiente descendiente del canal del agua; aquí agradecemos el sol, porque el recorrido por el bosque, en ladera Norte, es sombrío y frío.

Una portilla más.





Coloridas rocas areniscas.


     Aquí se junta el canal que venimos recorriendo con otro que viene del valle de La Boya; pasamos unos minutos viendo cómo funciona un filtro o criba que retira las hojas y ramas del canal antes de que el agua baje ya por tubería a la central eléctrica.

Pequeña fuente al lado del camino.


     Continuamos la ruta entrando ahora en el valle contiguo, donde están los pequeños pueblos de Los Tornos y Fresnadiello.

Un tejo intenta elevarse entre los árboles del bosque.


La aldea de Los Tornos.


     Mirando hacia los cordales que bajan de la Cordillera, la zona del pico El Aciu, en el cordal de la Vía Carisa romana.






     El camino que vamos siguiendo deja la conducción del agua y tras varias revuelta comienza a perder altura para bajar al fondo del valle.


El bosque de invierno, ya sin hojas.


     Estamos en la vertical de la represa que retenía el agua de la central y llegamos al aliviadero por donde saldría el exceso de agua, llegado el caso, y a la tubería por la que baja el agua a la minicentral hidroeléctrica de Murias.



     Ya por el fondo del valle salimos de nuevo al río Negro, que cruzamos por este puente, justo antes del edificio de la central.




     Y saliendo de la sombra y de la helada que se conserva aquí, sólo nos queda remontar kilómetro y medio hasta Murias por la carretera.




     Y en Murias daremos un pequeño paseo viendo sus casas en las cuestas donde se asienta el pueblo; hoy es día laborable y no hay mucho movimiento de visitas a la cascada, pero pasamos de nuevo por el inicio de la ruta para que el registro automático de visitantes nos cuente; el viernes 30 de diciembre llevaba en el año 2022 cerca de cuarenta mil visitas.








     Y nos sentamos a comer los bocadillos, la fruta y unos polvorones navideños. Después del descanso y la charla, aunque es pronto, el sol ya se pone en la ladera boscosa del valle. Es hora de recoger y bajar a la villa de Moreda, a tomar un merecido café.


     Con el mapa del recorrido y un vídeo con las fotos del día se acaba esta crónica; espero que os haya gustado y como siempre
¡ un saludo, amigos !



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